Los zombis a diferencia de los seres humanos, empiezan a soñar cuando se
levantan de la cama. Se visten y asean con movimientos automáticos como si
fueran robots, sin saber lo que hacen, ocasión que aprovechan para prestar
atención a escenas del trabajo o de sus ilusiones o temores. Luego leen el
periódico o ven la televisión para estar muy atentos de lo que ocurre en la
sociedad, tomando el desayuno muy deprisa sin saborear y tragando mucho aire.
Las noticias le hacen soñar nuevamente pues las escenifican e incluso
participan como protagonistas, es un buen momento para desarrollar más sus
miedos. Mientras van al trabajo, por la calle se dejan bombardear por la
publicidad, que les induce a soñar con el Caribe, el último modelito de
Victoria Secrets o cualquier otra evasión.

En la oficina se esfuerza por mantener la atención sin que pensamientos de
insatisfacción invadan su mente, incrementa aún más su trabajo para huir de
estos sueños de insatisfacción e inseguridad. Se cree realmente el Rey del
Mambo pues el solito es capaz de manejar todos los hilos de la empresa que
va a heredar, bueno con la ayuda de sus amiguitos claro, un jefe no es jefe
si no tiene un montón de zombies peloteros revoloteando alrededor que le
resuelven todo el trabajito negro, pues blanco solo esa apariencia
perfectamente saludable, perfectamente encorbatado, mirada demoledora,
diplomático y sobretodo o muy sonriente o con cara de Atila.

La hora de comer rápido y en el bar de la esquina de su oficina, hablar de
fútbol, política o de trapitos femeninos es su gran pasión. Luego el
amodorramiento, ¡lo que cuesta levantarse de la silla del bar después del
café, la copa y el puro!

Bueno y llegó el momento del recreo de un zombi, la hora de ir al gimnasio a
quitarse el estrés, para soltar unos cuantos improperios y chistes de tipo
sexual, fijarse en el modelito de la chiquita de aeróbic,
es también un buen momento para aumentar la represión. Aquí
hay una variante, hay zombis llamados "zombis peloteros" que se quedan hasta
las 12 de la noche en la oficina con el único fin de hacerle la pelota al
jefe de los zombis para que éste no lo tire a la calle; si hiciera bien su
trabajo no seria necesario quedarse hasta las 12 ... Y llegó la noche, de
vuelta a casa, la cena, ¡cariño que cansado estoy, ha sido un día muy duro!
y a meterse en la cama para mantenerse despierto toda la noche.

Le da las buenas noches a sus hijos regañándoles un poco si no han hecho los
deberes o se pone a tartamudear cuando tiene que dialogar con algún problema
propio de la adolescencia. Eso sí, al dialogo y a la resolución de problemas
hay que dedicarles poco tiempo, solamente se dan un par de chillidos y se
dice lo inútil que eres por no haberle chupado la sangre a otro zombie.
¡¡Problemas a mi con la cantidad de cosas importantes que tengo que resolver
en la oficina!! ¡¡Malditos crios son todos iguales!!

El niño se mete en drogas para huir de sus problemas o no le da la gana
trabajar dedicándose todo el día a dormir y escuchar música tan silenciosa
que casi no es posible oirla, mientras practica su deporte favorito, la
playstation o se pone a ver culebrones tipo gran hermano y demás telezombies
¡Qué hijo/a más raro, encima se pone piercing y se pinta la piel como esos
guarros hippies! Papá zombie chilla a mamá zombie por no haber educado
correctamente a sus hijos, por ser una inútil. ¡Qué desgracia tener hijos
drogadictos y ahora que dirán en mi trabajo! Todo un padrazo, pura
comprensión. Toda una madraza enamorada de las amenazas y los miedos.

Los zombies después de esta actitud tan solidaria con la sociedad y con uno
mismo dicen que luchan por la familia, que se sacrifican por el bien de la
familia,… yo me pregunto ¿a qué familia se refieren? Debo de ser otro
ignorante más pues no lo sé . …

Fuente: Revista Humoristica Española.