Necesitamos
que el Ego sea disuelto, desintegrado. Todos lo llevamos dentro
y hay que destruirlo. Si no actuamos en esa forma, no tendremos
el poder para manejar los poderes del fuego, del aire, de
las aguas y de la tierra. Pero si nosotros destruimos el Ego,
si lo desintegramos y reducimos a cenizas, obviamente vendrán
a nosotros los poderes y la Luz, y la Sabiduría y el
Amor auténtico, Pero hay que acabar con el Ego, desintegrarlo,
hay que reducirlo a cenizas, a polvo de la tierra, a polvo
cósmico.
Ira,
codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza y gula, son los
siete elementos más destructivos que cargamos dentro
y que constituyen el Ego.
Dicen
que Jesús de Nazaret sacó del cuerpo de María
Magdalena siete demonios. Pues esos son los siete pecados
capitales, que si los multiplicamos por otros siete y otros
tantos siete, y más y más, tendremos una legión.
Cada
uno de nosotros, en su interior, carga una legión.
En el Evangelio, al poseso se le llamó "legión".
"¿Cuál es tu nombre?" Se le preguntó.
Dijo: "¡Legión!", y cada uno de nosotros
es legión, pero legión de verdad, desgraciadamente.
Y en esas condiciones, nuestra Conciencia está embotellada
entre la legión, metida dentro de cada demonio. Por
eso somos incapaces, por eso no tenemos la auténtica
iluminación, por eso ya no podemos manejar los elementos
de la Naturaleza, etc. Pero si destruimos la legión,
si dejamos de ser legión -como nos llama el Evangelio-,
entonces quedará en nosotros otra vez la Conciencia
libre, sin manchas, pura.
Ahora
van viendo los hermanos porque es necesario despertar. ¡Ustedes
están dormidos, dense cuenta de que están dormidos,
ustedes no están despiertos!
El
mundo no es como ustedes lo están viendo, ustedes lo
están viendo en sueños, ustedes no han visto
al mundo todavía; lo están viendo a través
de sus fantasías, a través de sus sueños,
pero ustedes no conocen el mundo, no lo han visto. Viven en
él y creen que lo conocen, pero no hay tal: no es como
ustedes creen que es -es diferente y tiene siete dimensiones
básicas, fundamentales-, pero ustedes no lo conocen.
Ustedes necesitan salir del estado hipnótico en que
se encuentran. Cuando ustedes salgan de ese estado, verán
el mundo como es: verán el aire de diversos colores;
en vez de estos árboles físicos, verán
ustedes los Elementales gigantescos de los árboles.
La Tierra la verán muy distinta, verán que es
un organismo vivo y que ustedes están agarrados a la
epidermis de ese organismo, de ese "animal viviente"
que llaman "Tierra", lo verán muy diferente.
Hasta
ahora no lo han visto, ustedes no conocen el planeta Tierra,
y los pseudo-científicos, esos pseudo-sapientes ultramodernos
del Anticristo, mucho menos. Ellos nada saben de la vida,
los científicos del Anticristo no solamente ignoran,
sino que además ignoran que ignoran; creen que saben
mucho, cuando en verdad nada saben, y no solamente no saben,
sino que además no saben que no saben.
¡Despierten,
hermanos, salgan de ese letargo en que se encuentran, despierten!
Mas el despertar solamente es posible eliminando los elementos
indeseables que en su interior cargan.
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